El Cerebro Adicto
Los seres humanos somos animales de
costumbres, no nacemos con hábitos pero si los vamos generando de tal manera
que nos sirven para insertarnos en la sociedad a las cuales pertenecemos.
Cuando estos hábitos se convierten en algo que perjudica a la salud se podría
hablar de adicciones, estas tienen una situación disparadora; una rutina o un
hábito, que se repite como ritual, y una recompensa, una gratificación a nivel
cerebral que se cumple una vez que se lleve a cabo el hábito (en este caso un
hábito perjudicial). Se vuelve difícil de vencer a través de la conducta, una
serie de cosas que acompañan la adicción, como un ambiente, una serie de
eventos, que hacen que se perpetúen.
Por naturaleza, el cerebro busca vías
placenteras y evita las no placenteras, y si las adicciones representan un
aspecto placentero, entonces el cerebro se acondicionará a este hábito.
Llega un momento que hay cambios
importantes a nivel cerebral y lo que era muy satisfactorio y gratificante
ahora se vuelve incómodo, sin embargo la conducta adictiva se preserva. Hay
veces que esa inercia a la autodestrucción esta ahí latente, y es esa una de
las razones por las cuales es tan difícil llevar una rehabilitación
completamente exitosa al primer intento.
Hace algunas décadas se pensaba que la
persona que caía en una adicción tenía una falta de moral y que no tenían
fuerza de voluntad. En ese momento ser adicto significaba ser vicioso, tener un
vicio, que se asocia culturalmente con aspectos relativos a la moral, a los
principios, a la conducta.
Ahora, bajo ciertas investigaciones, es
atinado pensar que la adicción se genera en diversas zonas del cerebro, y que
hay causas físicas que hacen que una adicción se desarrolle. Las adicciones son
consideradas ahora una enfermedad. Las adicciones son causadas porque modifican
la química, la estructura y el funcionamiento del cerebro.
Algunas sustancias que desarrollan
adición son la nicotina, el alcohol, la mariguana, las sustancias inhalables y
la cocaína. Estas sustancias ejercen “cambios físicos en áreas del cerebro que son
esenciales para el juicio, la toma de decisiones, el aprendizaje y la memoria,
y el control del comportamiento" 1.
Como se comentó anteriormente, el cerebro
va asociando las sensaciones de bienestar con la relación de estos actos
(fumar, ingerir alcohol), y se vuelve un hábito que aunque al principio es
voluntaria, llega a afectar la capacidad de autocontrol del individuo.
La vulnerabilidad de caer en una adicción
depende de dos factores: factores de riesgo y factores de protección.
Factores de riesgo:
Presencia de violencia en la infancia
Falta de supervisión
Accesibilidad a las drogas
Experimentación de las drogas
Deficiencias sociales del entorno
(pobreza, violencia, indiferencia de la comunidad o de las autoridades, falta
de programas de prevención y apoyo)
Factores de Protección
Desarrollo adecuado de la infancia
Supervisión y apoyo familiar de manera
permanente
Procuración de relaciones positivas
Medidas preventivas y correctivas en
contra de las adicciones
Conocimiento del tema
Entorno social favorable
Una vez que un individuo es diagnosticado
con una adicción, se deben llevar procesos sicológicos y médicos que pueden ser
muy largos, muy costosos y que dependen de la concientización de dicho
individuo acerca de la situación, de la aceptación de la enfermedad que se
padece. Sin embargo, la adicción es una enfermedad crónica e incurable, que,
como otros tipos de enfermedades con esas características, pueden controlarse y
suprimirse de tal manera que la calidad de vida mejore significativamente.
La mejor manera de evitar las adicciones
es la prevención. El refuerzo de los factores de protección son, sin duda, un
factor importante para la disminución de este problema que afecta no sólo al
individuo, sino a la sociedad.
Reflexión:
El tema de las adicciones ha estado
presente probablemente desde que las sociedades se empezaron a formar, y aunque
en algún momento ha representado para el adicto el rechazo de la sociedad y una
especie de exilio, ahora se presenta como una enfermedad que debe ser
comprendida, atacada y evitada.
Concuerdo con el texto en que la
prevención es la mejor herramienta para tratar las adicciones, sin embargo es
difícil que se garantice un ambienta favorable para la totalidad de la
población; es aquí donde yo considero que debe entrar el apoyo familiar de una
manera intensa y constante.
1.
Fowler JS, Volkow ND, Kassed CA, Chang L. Imaging the addicted human brain. Sci
Pract Perspect 3(2):4-16, 2007.
Referencias
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